Los filtros respiratorios actúan como una barrera efectiva que previene la contaminación cruzada entre pacientes, circuitos respiratorios, equipos respiratorios y de anestesia, y el entorno clínico. Su uso es ampliamente reconocido como beneficioso y es recomendado por varias asociaciones de Anestesistas(1). Son utilizados en todo el hospital, particularmente en quirófano, cuidados intensivos, unidades de pruebas de función pulmonar y unidades de cuidados respiratorios.
Los intercambiadores de calor y humedad (HME) minimizan la pérdida de gases espirados del paciente, que combinados con un filtro (filtros intercambiadores de calor y humedad, HMEF) también reducirán el riesgo de contaminación cruzada en el entorno clínico. |
La función normal de las vías aéreas superiores del cuerpo es filtrar, humidificar y calentar el aire que respiramos. El aire se calienta al pasar sobre una amplia red de capilares en la nariz. Las membranas mucosas recubren las vías aéreas superiores y ayudan a humedecer el aire y atrapar partículas en el aire (polvo y microbios). Los cilios alejan la mucosidad de los pulmones hacia la faringe para extraerla. Las vías aéreas superiores también ayudan a conservar el calor y la humedad que de otra forma se perderían durante la respiración normal. El gas que sale de los pulmones durante la espiración estará a la temperatura corporal (37°C) y tendrá una humedad absoluta (HA) de 44 mg/L H2O y una humedad relativa (HR) del 100%. A medida que el paciente exhala, las vías aéreas superiores retienen el calor y la humedad que luego transfieren al gas inspirado, que normalmente es más frío y seco dependiendo las condiciones ambientales. La gran superficie de las vías aéreas superiores hace que sea particularmente eficiente. Esto ayuda a minimizar los posibles efectos secundarios asociados con la respiración de gases secos y fríos durante un período prolongado. Esta protección fisiológica natural se pierde cuando se inserta una vía aérea artificial, por ejemplo, un tubo endotraqueal, una mascarilla supraglótica o una cánula de traqueotomía. Esto significa que la fuente de gas tiene una ruta directa a los pulmones delicados y sensibles, lo que puede aumentar el riesgo de infección y la posible contaminación cruzada microbiana. También podría resultar en un enfriamiento y desecado de las vías aéreas como resultado de respirar gases medicinales secos y fríos durante un período prolongado de tiempo. El aire ambiental normalmente está a unos 23°C con una HR del 60% y un HA de 21 mg/L. Los gases medicinales normalmente están a 10-15°C con una HR de 0-2% y un HA de 0.5 mg/L, lo que aumentaría aún más el riesgo. Esto puede provocar daño en los cilios, mucosas más gruesas, y en las costras mucosas que conducen a un mayor riesgo de oclusión del tubo, mayor riesgo de infección, atelectasia y un mayor coste debido a una estancia prolongada en el hospital. |
Infección Protegiendo al paciente Los pacientes críticos inmunodeprimidos suelen tener un mayor riesgo de infecciones. Estas infecciones nosocomiales resultan en una mayor morbilidad y mortalidad potencial, además de tener un impacto significativo en el coste del tratamiento del paciente debido al aumento de la estancia hospitalaria. El uso estratégico de un filtro respiratorio eficaz y debidamente validado proporciona una barrera efectiva entre el paciente, los circuitos respiratorios y el equipo respiratorio, lo que reduce el riesgo de contaminación cruzada. |
Contaminación cruzada |
Protección de equipos respiratorios y del entorno clínico Protegiendo el equipo El uso de filtros respiratorios adecuados y efectivos puede proporcionar protección a equipos delicados y costosos, ayudando a preservar la funcionalidad, reducir los costes de funcionamiento y reducir la posible contaminación cruzada. |
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Cada vez más, la única forma en que un facultativo puede determinar la eficiencia y efectividad del rendimiento de un filtro respiratorio, HME y HMEF es a través de protocolos y resultados de pruebas estándar. Es vital garantizar que los datos sean clínicamente relevantes, actualizados y que reflejen el producto que el cliente está utilizando. Nuestro rango de filtros respiratorios y HMEFs se han testado de forma independiente y han demostrado ser altamente eficaces para prevenir el paso de bacterias y virus. Estas pruebas proporcionan información clínicamente relevante para permitir que se tomen decisiones basadas en la evidencia sobre el producto más apropiado para cumplir con sus requisitos clínicos. Pruebas de microbiología Todos nuestros filtros son testados en laboratorios de microbiología especializados frente a una serie de bacterias y virus clínicamente relevantes. Estos test sellevan a cabo en instalaciones independientes que desarrollan protocolos especificos para simular los tipos de desafíos que un filtro puede encontrar en el entorno clínico. |